Poema ‘Veintisiete suspiros y medio’
Después de que el viento me golpeara quince veces,
ella me dio la mano y veintisiete suspiros y medio,
no dijo ni una palabra pero entendí lo que decía su tacto
como si la piel hablara, como si su piel susurrara,
luego se fue sin decirme nada y yo aquí sigo enfermo,
sin aliento y sin remedio,
con cuatro sogas al cuello y enredado
en estos veintisiete suspiros y medio.
Tocha , 2015.
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